La cocina, al igual que las diferentes estancias de la casa, suelen ser lugares en los que la energía está por todos lados y, es por eso, por lo que los ciudadanos, muchas veces no son conscientes de cómo están desperdiciando energía en sus cocinas. A continuación, te vamos a exponer algunas de las formas en las que la energía es mal usada en la cocina.
Sobre todo, el frigorífico, es el principal electrodoméstico en el que se desperdicia la energía, ya que acapara el 18% del consumo eléctrico en el hogar. Sobre todo, este desorbitado consumo, se debe al uso continuado que se hace de él. Para poder ahorrar energía en el frigorífico, debes usar la temperatura de una manera adecuada (unos -18º en el congelador y unos 5º en la nevera). Además, también, no debes instalar el frigorífico cerca de fuentes de calor y, sobre todo, espera a que la comida se enfríe del todo antes de guardarla en la nevera.
El horno, es también otro de los electrodomésticos que no se suele usar con cautela. Así, lo mejor es que para ahorrar energía usándolo, lo primero que tienes que tener en cuenta es apagarlo antes de que la comida esté hecha, para que así la cocción del alimento acabe con el calor residual. También, debes siempre tenerlo cerrado cuando está funcionando y, si puedes, lo mejor es que intentes cocinar varios platos a la vez.
Otra práctica muy extendida en la cocina es el descongelar alimentos con agua caliente. Pero, ten en cuenta que cada cinco segundos, se gasta un litro de agua. Así que si pretendes descongelar, por ejemplo, carne en dos minutos, estarías desperdiciando unos 24 litros. Así que lo mejor es que saques la comida que quieres descongelar el día de antes para que así se descongele de manera natural.
Por último, destacar que el microondas, supone un ahorro energético de entre el 60 y el 70% (con respecto al horno convencional). Así, que úsalo más para cocinar tus alimentos. Para que el proceso sea más rápido, por ejemplo, puedes cortar los alimentos en trozos más pequeños, para que así se descongelen más rápido.